El pitch suele trabajarse, en un principio, como un guión que responde a un objetivo y a una estructura establecida, incorporando posteriormente elementos visuales y técnicas de oratoria que añaden mayor fuerza al mensaje que se desea transmitir.
En esta ocasión presentamos 2 métodos que te guiarán para una propuesta que te tomará tan solo una hora de trabajo.
El método rápido contiene los siguientes elementos: el problema como necesidad y elementos de la solución como el nombre, la categoría del producto, los beneficios que otorga, los competidores y elementos diferenciadores de competencia. Ahora bien, todos estos elementos los vamos a ordenar e hilar mediante conectores para construir una frase coherente. Para eso, te aconsejamos la siguiente estructura:
Para [segmento clientes], quién tiene [necesidad de cliente], [nombre producto] es un [categoría de mercado/producto] que [un beneficio clave]. A diferencia de [competidor], nuestro producto [diferencia única].
Por otro lado, tenemos el método NABC desarrollado por Stanford Research Institute, el que se articula a partir de una mnemotecnia o frases cortas y simples de recordar. Lo importante, es que contiene 4 pasos centrales: la necesidad; una aproximación de mi problema/solución; los beneficios y los competidores.
A estos 4 elementos le vamos a agregar una introducción para llamar la atención, y un cierre para dirigir mi discurso hacia una acción específica.
La necesidad habla del dolor que sufre mi cliente.
La aproximación, ese enfoque específico que satisface esa necesidad.
Los beneficios son los efectos positivos que produce tu solución, aliviando ese dolor.
La competencia es cómo nos posicionamos frente a otras alternativas, ya sean sustitutos o productos relacionados que de una forma u otra cubren esa necesidad.
Te invitamos a revisar el contenido del video y a realizar las actividades propuestas, para ello tienes disponible una plantilla descargable.
¡Mucho éxito en tu presentación!
