Durante el 2012, el -en ese entonces- estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica, José Manuel Moller, vivía junto a tres amigos en la comuna de La Granja. Viviendo con lo necesario para el día a día y cada uno con distintas tareas en el hogar, José Manuel era el encargado de las compras para la casa. Labor que le permitió descubrir lo que llama el “impuesto a la pobreza”, es decir, las familias más vulnerables del país tienden a pagar más por sus productos al no poder comprar nada más que en pequeñas cantidades. Pero como buen emprendedor, en la dificultad vio la oportunidad y así creó Algramo: máquina que permite al cliente comprar a granel la cantidad que quiere y poder pagarla al por mayor. Pero antes de crear las máquinas e instalarlas en los almacenes, José Manuel Moller descubrió que no existía la tecnología que combinara pagar y dispensar una cantidad exacta en una sola plataforma. ¡Así que la tuvo que desarrollar!
El 2013 la máquina se comenzó a implementar y su éxito fue inmediato. Primero con detergente en polvo y con el paso de los años se fueron incorporando más productos, como legumbres e incluso, comida para perros y gatos. El 2014 el emprendimiento recibió certificación de Empresa B, declarando que el propósito de la marca es solucionar problemas sociales y medioambientales de manera sustentable. Desde ahí no han parado de innovar y cosechar éxitos tanto en el país como en el mundo. Además de los distintos reconocimientos que la Startup ha ganado, y el apoyo de Microsoft, este año las máquinas hicieron su arribo en New York, Estados Unidos.
